jueves, 22 de enero de 2004

El camino de las 6 horas

La aplicación de la jornada de 6 horas que coronó la gran lucha de los trabajadores del subte es resistida por la patronal de todas las maneras posibles. La empresa apeló la medida y también las resoluciones judiciales que obligaron a aplicar el insalubre hasta tanto se pronuncien definitivamente los organismos técnicos. Mientras tanto no paga los aportes previsionales correspondientes al nuevo régimen, ni el plus por trabajo nocturno, que considera eliminado por la reducción horaria. Ni ha incorporado todo el personal necesario para el funcionamiento del nuevo turno, tratando de suplir las falencias con nuevos diagramas horarios, modificación de vacaciones y otras medidas que perjudican a los trabajadores. Otra provocación patronal, es la arbitrariedad en la promoción interna de boleteros a guardas y conductores, desconociendo antigüedades y castigando notoriamente a los activistas más reconocidos.
Pero la situación más conflictiva se produce en los sectores que quedaron fuera de la consideración de la insalubridad en el decreto del gobierno porteño, talleres de superficie, boleterías; Premetro. Los trabajadores del Premetro acaban de protagonizar una importante lucha, cuando decidieron ellos también trabajar 6 horas y retirarse. La patronal amenazó con descontarles las dos horas, los obreros anunciaron un paro apoyado por el resto de las líneas en asambleas y denunciaron a la empresa por no garantizar el servicio de Premetro hasta las 21 horas.
La patronal reculó, en Premetro se trabaja 6 horas y dos horas las pagará como extras. Ahora los trabajadores reclaman un único pago como en el resto de los sectores, porque el pago de extras es precario.
Este y otros choques han abierto una situación de conflictividad. El Cuerpo de Delegados ha empezado a discutir con la gerencia de personal la jornada de trabajo de 6 horas para la totalidad de los sectores, incluyendo las boleterías. Junto a otros reclamos como el ingreso del personal necesario, el pago correcto de la antigüedad, más delegados y el pago de los permisos gremiales, el reconocimiento del Cuerpo de Delegados como la representación directa de los trabajadores.
No hay que olvidar que esta empresa concesionaria, está recibiendo un incremento millonario en los subsidios que paga el Estado, con lo cual no pone un mango de su bolsillo para estas reformas necesarias. Esto mientras aumentan los usuarios y la recaudación y la extensión de líneas y nuevas estaciones también es financiada con dinero público.
La consigna es 6 horas para todos. El método, el de siempre, el reclamo apoyado en las asambleas de las líneas y la preparación de un plan de acción para garantizar las conquistas.


Charly Pérez - S.V.