jueves, 5 de septiembre de 2002

"Vamos a seguir quebrando todas las barreras"

Dialogamos con un conjunto de trabajadores y delegados de Metrovías, sobre la marcha de la lucha por las seis horas.
Estas fueron sus reflexiones principales.
¿Cuál es el balance preliminar de la lucha iniciada?
Sabemos que es un paso importante. Pero al mismo tiempo, tenemos la impresión de que recién empezamos en esta lucha. Porque la empresa no se quedará quieta.
¿Hay evidencias de ello?
La empresa llamó para presionar con el arreglo a varios compañeros, aduciendo que "eran inútiles" y que podrían ser objeto de un despido con causa. Están buscando meter miedo para así dividirnos. Pero la maniobra surtió el efecto contrario, ya que se sumaron a nuestro repudio sectores que no hacían asambleas, o que hasta ahora no se habían movilizado.
(Otro compañero): Con el tiempo, nosotros pudimos apreciar la firmeza de varios delegados en pos de este objetivo. Te cuento una anécdota: hace dos o tres años venían con el planteo de las 6 horas, escribían graffitis en las formaciones diciendo: "¿6 horas?, no seas irreal, es una locura", etc. Y hoy estamos todos luchando, porque sabemos que además crearía más puestos de trabajo (un tercer turno). Por eso nuestro reconocimiento al Cuerpo de Delegados como pilares de esta lucha.
¿Cómo evaluarían el grado de movilización que existe hoy en el subte?
R.: Tenemos muy presente, como decía el compañero, el papel del Cuerpo de Delegados. Pero en cuanto al sindicato, antes pretendía dirigir todo lo que pasara en el subte. Ahora sucede lo contrario, el sindicato quiere colgarse de nuestra lucha, pero para frenarla. Tenemos el ejemplo de lo que pasó con los guardas, cuando el sindicato pactó con la empresa, y nosotros les torcimos el brazo a ellos y a la empresa. Esto lo tenemos claro: que el sindicato participe no quiere decir que esté de nuestro lado.
¿Cuáles son los próximos pasos?
Ante la negativa del gobierno a promulgar la ley, el Cuerpo de Delegados ha votado una marcha para el viernes 6 a las 12 horas, del Obelisco a la Jefatura de Gobierno. La marcha tiene que ser tan fuerte como la que hicimos el 22 de agosto a la Legislatura, y que terminó arrancando la aprobación de la ley.
¿Qué reflexión les merece la lucha que están llevando adelante?
Hay que destacar que la unificación de las bases sirvió para dar el puntapié inicial. Y no pudieron quebrar esta unidad. Ya ves lo que quisieron hacer con las mujeres: dijeron que las iban a echar, y ahora las compañeras están haciendo asambleas en las líneas, organizándose y reafirmando esa unidad.
(Otro compañero): Si tomamos conciencia de que la lucha es posible no existen barreras. Esto hizo que rompiéramos las barreras de la burocracia, de la empresa y de la Legislatura, en la cual reconocemos el rol de Altamira.
(Otro): Tenemos conciencia de que ahora hay otra base, que no es la de antes. Tenemos claro ahora qué es la burocracia sindical. Y además creamos un compromiso con los sectores que nos apoyaron: trabajadores, organizaciones, comisiones internas, asambleas populares, etc. La semana pasada, por ejemplo, fuimos al Hospital Garrahan para apoyar su lucha.
(Otro): Yo saco como lección que con la conciencia del trabajador, conociendo los derechos de cada uno, se pueden hacer grandes cosas. Sin miedo por lo que pueda ocurrir después. Por eso, me parece buena la realización de la Asamblea Nacional del Bloque Piquetero el 28, que sirva para discutir un plan de lucha nacional por todo lo que se viene.

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