jueves, 8 de marzo de 2012

Paro de UTA funcional al macrismo

La AGTSyP, desdibujada.

La paralización de los subtes por parte de la burocracia de la UTA, con métodos lúmpenes y patoteriles, consistió en una maniobra oportunista que se montó sobre la puja entre el gobierno macrista y el nacional -agudizada por el retiro por parte de Garré de la policía de custodia, y en el marco de la masacre del Sarmiento. Independientemente de su dudosa finalidad política, fue una movida absolutamente funcional al macrismo, quien precisamente basó su borrada de la negociación del traspaso del subte en ese retiro de la seguridad policial.

Fue un duelo político entre macristas y kirchneristas, que tomó como rehenes a trabajadores y usuarios, además de crear un vacío político. Macri había aceptado el traspaso y aplicó, de entrada, un tarifazo de 127%, mientras reclamaba recursos de Nación para inversiones. Que el acta entre ambas partes contemplara la modificación del precio del pasaje por el macrismo hablaba de un pacto para que el ingeniero hiciera punta en el aumento general de los transportes y el operativo Sube. Algo fracasó en este negocio entre fulleros, por lo que Macri aprovechó el Cromañón del Sarmiento para abrirse. Trascendió también que influyó el anuncio de Metrovías de que no iba a poder pagar los sueldos de marzo.

A la burocracia de la UTA jamás le importó el estado de mantenimiento y seguridad del subte, ni las condiciones de sus trabajadores. Fueron cómplices seriales de la patronal y de todos los gobiernos de turno, de cuyo apoyo y financiamiento dependen para mantenerse en un sector donde la mayoría de los trabajadores los repudia. Con este cese de tareas de aparato, impuesto sobre la base de patoteros y barras que ocuparon las cabeceras, y con el posterior recule de Cristina restituyendo la Federal -cuando aún estaba caliente la masacre de TBA-, tuvieron los 15 minutos de fama, que jamás lograrían por su falta de adhesión en la base obrera.

La iniciativa tomada por esta burocracia, así como el bastardeo de consignas justas para los trabajadores, es una señal política seria para la AGTSyP (Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro), la cual se desdibujó en la crisis que arrancó con el choque de Once, se prolongó en la puja por el subte y tuvo como resultado convertir a los túneles en tierra de nadie. La fracción K que ocupa la directiva de la AGTSyP se negó a fijar posición ante el estrago ferroviario, al mismo tiempo que se replegaba en la preparación de la lucha paritaria. Durante la crisis Macri-K, en lugar de ponerse a la cabeza de una movilización propia -incluyendo eventualmente el paro- contra la política de ambos gobiernos y por el tratamiento inmediato de las condiciones de mantenimiento y su control por los trabajadores, así como también por el cese de la concesión al parásito Roggio, se limitó a una tibia declaración confusa sobre la no adhesión al paro, aunque sí en boleterías y Premetro. Los máximos dirigentes del sindicato recorrieron los medios atacando a Macri con un ortodoxo libreto cristinista que hasta Boudou podría envidiar. Como si los ocho años bajo la gestión K -signados por la desidia por el transporte, el desprecio por el pasajero y el hostigamiento a los trabajadores- se hubieran esfumado en 60 días de ensayo macrista.

La crisis no se cerró. Siguen los macristas y los K tirándose el subte de una a otra jurisdicción, Cristina ordenó reponer la policía sólo por 30 días, y -sobre llovido- Metrovías postergó el pago de sueldos hasta el martes 6 y habló de pagos en cuotas, lo que ya ha provocado medidas de protesta en algunos sectores. El conflicto está a la vuelta de la esquina, lo que plantea la urgente puesta en pie de los organismos de base de la AGTSyP para fijar una posición activa ante la crisis. La posición de nuestra agrupación ATM fue la movilización sobre la base de asambleas que votaran una agenda de reclamos sobre mantenimiento y seguridad -largamente estudiados y denunciados por los compañeros de talleres-; la exigencia de una paritaria independiente con la AGTSyP por el salario y las condiciones de trabajo; además de la coordinación de la movilización contra las privatizadas con los ferroviarios del Sarmiento.

La burocracia de la UTA ha dado un golpe. La AGTSyP debe reaccionar y ponerse a la altura de su historia heroica. Para ello, es imprescindible romper con el seguidismo al régimen K.


S.V.

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