jueves, 15 de octubre de 1998

El activismos desplaza a los delegados de la burocracia

El activismo antiburocrático acaba de infligirle una importante derrota a la burocracia de la UTA. Las listas opositoras, encabezadas por luchadores antiburocráticos, obtuvieron 524 votos, frente a los 429 de las listas encabezadas por el oficialismo. Por su parte, las listas encabezadas por delegados identificados con posiciones conciliadoras del Mas obtuvieron 286 votos.
Los trabajadores de Metrovías han ajustado cuentas con un Cuerpo de Delegados que durante 2 años maniobró entre el acuerdo con la patronal y las presiones de los trabajadores, para culminar a fines del año pasado levantando todas las medidas de lucha que se llevaban adelante (‘barbijazos’, movilizaciones, paros, etc.), bajando las reivindicaciones por las cuales los trabajadores luchaban (aumento salarial, insalubridad, contra los despidos, etc.) y sosteniendo la ‘necesidad’ de acordar con la empresa la prórroga del convenio con el cual la burocracia de la UTA había entregado la histórica jornada de 6 horas y convalidado cientos de despidos con la privatización del subte. A esta traición, luego de un año de intensas luchas, se llegó a partir de un acuerdo entre la burocracia y el Mas, que generó el repudio en importantes sectores de la base de Metrovías.
Justamente, gran parte de los delegados electos han sido los que han denunciado esta subordinación del gremio a la patronal y han defendido la necesidad de lanzar un plan de lucha, por la salubridad y el conjunto de las reivindicaciones.
La dirección de la UTA ha perdido, de esta manera, la hegemonía que tuvo durante años en el Cuerpo de Delegados de Metrovías. El nuevo Cuerpo de Delegados asume, en momentos en que la patronal pretende llevar adelante el reemplazo de los señaleros, guardas y boleteros por sistemas automáticos. Frente a ello es vital la defensa de los guardas y de los puestos de trabajo de todos los compañeros. La posibilidad de automatizar algunas tareas brinda aún más condiciones para reducir la jornada laboral sin afectar el salario y mejorar el servicio. Para que esto suceda, y no los despidos que proyecta la empresa, el nuevo Cuerpo de Delegados debe lanzar un plan de lucha y definir un programa sobre la base de la defensa de la jornada de 6 horas (insalubridad), la estabilidad laboral, el rechazo a la tercerización y el aumento salarial.


Sergio Szulman