Reaccionemos
En el cuadro de una creciente conflictividad y del agotamiento de las actas de “paz social” firmadas en noviembre, ahora la patronal –en complicidad con la burocracia de la UTA y el Ministerio de Trabajo– está tomando una serie de medidas, rayanas en la provocación y tendientes a quebrar al nuevo sindicato de los trabajadores del subterráneo (AGTSyP). Es imperioso salirles al paso.
El último plenario de delegados resolvió preparar un paro de tres horas como comienzo de un plan de acción por los reclamos pendientes, sistemáticamente postergados por las maniobras de la patronal y el Ministerio de Trabajo. La decisión traducía una impaciencia creciente de las bases y delegados ante el bicicleteo constante al que se somete al nuevo sindicato del subte.
Otra resolución de la reunión fue rechazar la imposición de un elemento patronal en las boleterías de la Línea A –esto cuando se está discutiendo un sistema de ingresos con participación de los trabajadores.
La política que de allí en más ha implementado la empresa, al borde de la provocación, indica que está montando una contraofensiva para quebrar a la AGTSyP y a su cuerpo de delegados.
Veamos: en la Línea A decidió no remover a la empleada que entró por la ventana, vulnerando los derechos de los trabajadores con antigüedad, aspirantes al puesto. En los talleres San José, la tercerizada CAF otorgó categorías que se reclamaron con muchas jornadas de lucha, pero excluyendo expresamente al activismo que protagonizó esa pelea. También en taller Rancagua, los concursos de ascensos incluyen a varios recomendados por la burocracia de la UTA , marginando a los propuestos por la asamblea de trabajadores.
Pero lo más grave es que el Ministerio presentó a la delegación de la AGTSyP un proyecto de ingresos con bolsa de trabajo para familiares de trabajadores y de selección interna para cubrir puestos vacantes, absolutamente inaceptable. No establece qué proporción de ingresos se cubrirá por ese método, no otorga poder de veto a la parte obrera en la selección y todo el poder de decisión queda en manos de la empresa (y de la UTA por vía de los “cursos de formación”). Explicita, además, que por “representantes de los trabajadores” se entiende la UTA y –adelantan los funcionarios– una vez firmado el convenio con la burocracia de Fernández, se llamará a genuinos delegados, con “tutela” provisoria, a que se notifiquen. No a la AGTSyP , claro, porque a los efectos legales no existe.
Debe entenderse bien: ante el fracaso de la tutela “sui generis” con paz social, inventada para neutralizar a la AGTSyP , gobierno, patrones y burócratas pretenden pasar sin anestesia a la disolución simple y llana del sindicato votado por los trabajadores.
¡Ojo, así no!
A esta política provocadora, corresponde una vigorosa respuesta del cuerpo de delegados. Pero hay síntomas preocupantes. El paro de tres horas ha quedado, de hecho, en suspenso. La mayoría del cuerpo de delegados no ha reaccionado ante la propuesta ignominiosa del Ministerio y la patronal, que se firmaría el jueves 24. Algunos delegados de la Línea A acordaron con la empresa la instalación de la empleada repudiada en contra de la opinión del total del cuerpo de delegados y de la asamblea de la A.
CdM