La patronal, el gobierno y la burocracia de Palacios operaron y siguen operando por la destrucción del Cuerpo de Delegados.
Metrovías montó una persecución penal contra los trabajadores, que fue derrotada. Ha incorporado al plantel a elementos adictos al aparato burocrático o a familiares de jefes y supervisores.
Lo que está en juego
La elección de delegados plantea dos desafíos. Uno, la burocracia que pugna por lograr una minoría y tener voz propia. Dos, existe un intento de corrientes afines al gobierno que se escuda en la bandera de desafiliar a Metrovías de UTA, para integrarse a la CTA y desviar al Cuerpo de Delegados por las 6 horas (que la patronal ha apelado al Consejo Federal del Trabajo para que sea declarada nula) que Tomada está “cajoneando”. También existe un conjunto de reclamos planteados.
Se está tratando de armar una campaña por las seis horas de jornada laboral en todo el país que es, en realidad, el taparrabos para armar una tendencia contra los delegados ligados a la Asamblea Nacional de Trabajadores. El gobierno y el ibarrismo hicieron “bajar” a sus propios diputados para tratar de consumar este operativo, para lo cual contaron con apoyo de la izquierda democratizante.
Las grandes tareas planteadas siguen, sin embargo, inamovibles: 1)° consolidar la conquista de la jornada de 6 horas, completando los turnos en todos los puestos de trabajo, respetando las promociones, restituyendo el mantenimiento; 2)° lograr la oficialización de la aún precaria condición de insalubridad y sus consecuencias, jubilación a los 55, pago nocturno, antigüedad; 3) afirmar una conducción clasista y antiburocrática en esta rama de trabajadores de la UTA, con proyección al resto del gremio y del movimiento obrero. Ese es el programa del activismo en esta elección de delegados.
Existe demasiado triunfo, demasiado prestigio obrero y demasiado desprestigio de la odiada burocracia como para temer una derrota a manos de ésta. Pero no hay que distraerse ni un minuto, van a maniobrar, van a modificar el mapa y los lugares de votación, pueden intentar una provocación laboral o cualquier otra, con tal de meter dos o tres candidatos propios. El número mínimo legal, por ejemplo, para firmar un convenio contra los trabajadores.
Llamamos a no dejar que entre un solo delegado de la burocracia y a elegir en todas las líneas y talleres a los compañeros más consecuentes y, por lo tanto, independientes del Estado y los gobiernos patronales.
Christian Rath
(sobre la base de informes de Sergio Villamil y Rubén Schofrin)
(sobre la base de informes de Sergio Villamil y Rubén Schofrin)
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