El viernes 23, un guarda de la Línea B sufrió una dura agresión por parte de un usuario; tuvo que ser internado. Algunos usuarios habían reaccionado violentamente contra el trabajador ante la interrupción del servicio producida por una avería en la formación.
Los trabajadores y sus delegados de inmediato se reunieron en asamblea y resolvieron ir al paro, que comenzó a las 17 horas y se extendió hasta el final de la jornada.
A las 19 horas, en una conferencia, se denunció que la primera responsable de la agresión es la patronal; primero, por la falta de mantenimiento que produce permanentes demoras; segundo, por su persistente campaña contra el Cuerpo de Delegados.
A las 19,30 horas, los trabajadores de base de la Línea E resolvieron sumarse solidariamente. La resolución fue recibida como un importante respaldo por los compañeros de la B, que habían propuesto al Cuerpo de Delegados extender la medida a todo el Subte. En el resto de las líneas había una gran predisposición a prestar apoyo.
En el Subte, los trabajadores vienen sufriendo todo tipo de persecuciones (cámaras, policías, desafuero a un delegado, suspensiones, etc.). No hay ninguna respuesta al pedido de mayor mantenimiento ni al resto de sus reclamos como la bolsa de trabajo, un criterio justo de ascensos y el doble aguinaldo para fin de año.
En los días previos, los trabajadores ya habían recibido hostigamientos por la paralización de distintas formaciones (incluso la misma con la que se produjo el incidente). Una semana antes, en la Línea A, una boletera fue tomada del cuello, luego de que le rompieran el vidriado de la boletería en la estación Miserere.
Los trabajadores del Subte son los principales luchadores por un subte seguro y un mejor servicio. El único saboteador de trabajadores y usuarios es Benito Roggio, que se traga los más de 300 millones de pesos de subsidios anuales sin realizar mantenimiento preventivo de formaciones y vías, con la complicidad de la Secretaría de Transporte.
El paro de la B y la E demuestra el acierto del planteo de la agrupación Trabajadores de Metrovías de dar una respuesta de conjunto a los ataques, con un primer paro de media hora de advertencia.
Pablo Melta
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