jueves, 15 de julio de 2010

¿Quién entró a la CTA?

Nos enteramos, por información difundida por el yaskismo de la CTA, que Roberto Pianelli se integró a la dirección de la Fetia. La Fetia es una rama de la CTA que integra unos pocos gremios o seccionales como el Sutna del Neumático o la UOM de Villa Constitución. El comunicado coloca a Pianelli junto a dirigentes burocráticos -como Wasiejko del Sutna, Paulón de Villa Constitución o Marín de Telefónicos- que se caracterizan por enfrentar al activismo independiente de sus gremios y frenar las luchas.
Que coloquen a la AGTSyP como integrante de la Fetia y de la CTA es un golpe de mano, porque nuestro sindicato no ha decidido como tal esa integración. Que Pianelli o cualquier otro compañero lo integre merece una aclaración del cuerpo de delegados en el sentido de que lo hace, en todo caso, a título personal y sin mandato de los trabajadores del subte.
Pero lo que más importa es que todo esto constituye una operación política subrepticia, al margen de todo debate democrático en la base. La CTA tiene líneas políticas internas – por ejemplo Yasky, Wasiejko y Marín constituyen la fracción de la CTA que está llevando adelante una ruptura de esa Central en favor de una alianza con Moyano y de una completa integración al Estado, por la vía de la subordinación política al régimen de los Kirchner. ¿Nosotros estamos integrados allí?
En el subte no nos fue nada bien, dado que justamente esa fracción –con Marín a la cabeza–  armó la política de la “paz social” y el tutelaje del ministerio de Tomada, que mantiene a nuestro sindicato en la ilegalidad, a la UTA como gremio oficial y a nuestras reivindicaciones en el freezer desde hace ocho meses.
Cualquiera se da cuenta de que un paso de una trascendencia tal como es integrar una central obrera requiere el más amplio debate, una decisión consciente y, ante todo, llevar a conocimiento de la masa de los compañeros cuál es el estatuto de la CTA, su programa, su relación con las patronales y el gobierno.
Nuestra agrupación ATM llama a abrir franca y democráticamente el debate sobre a qué central obrera le correspondería pertenecer a un sindicato independiente, antiburocrático y combativo como el nuestro. Un debate que tenga en cuenta sus programas, sus estatutos, su carácter de clase y su prontuario de lucha. En todo caso, el gremio telefónico, con su dirección repartida entre la CGT y la CTA, libró sus batallas fundamentales sin pertenecer realmente a ninguna central. Ahora, con la alianza Moyano-Yasky a la que responde, entrega todas las batallas. De manera que el problema es de orientación y no de encuadramiento formal.
Proponemos que el debate se organice desde el cuerpo de delegados, se brinden materiales acordados por todos y se abra un verdadero proceso de discusión.

CdS

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