A la salida de esta edición, ya se habrán pegado en casi la totalidad de las instalaciones del subterráneo de Buenos Aires cientos de afiches con la clara intención de agrupar a los trabajadores de planta permanente de Metrovías y de las múltiples tercerizadas para acabar con la estafa laboral más importante del momento.
Esto no es un hecho aislado de los trabajadores del subte. Sino que se ha hecho sentir la bronca generalizada del movimiento obrero tras el asesinato del compañero Mariano Ferreyra y los intereses de la patronal, concesionaria del Subte y el Roca, tanto de Benito Roggio como de la burocracia sindical en general.
Este nuevo capitulo por el fin de la tercerización tiene como protagonistas a los compañeros de Metropolitana, empresa que en su origen estaba compuesta por 180 trabajadores, pero que las conquistas del traspaso a planta de 2007 ha dejado como tercerizados a los últimos 60. Además de los compañeros de la multinacional española de CAF, quienes fueron la primera tercerizada en pasar a convenio colectivo a los trabajadores, pero cuya sociedad con Roggio se ha convertido en estratégica para la explotación ferroviaria de la región.
Los compañeros hemos organizado una serie de recorridas, dispuestos a comenzar un plan de lucha que no descarta marchas, batucadas, pegatinas y huelgas o cortes de vías. Los intentos de las patronales por dividir el movimiento son intensos. Intentan disuadir del reclamo a los compañeros ofreciendo el traspaso de sólo un sector para dejar fuera al resto (Metropolitana), ofrecen cursos y promesas de categorización (CAF) o simplemente despiden como en el caso de la "Cooperativa del GIF", que ha despedido a un trabajador (estando con parte médico) de aquellos quienes trasladan a los compañeros de Instalaciones Fijas durante 12 horas por toda la Capital y tienen un salario de la mitad del convenio.
Ya hay un sector activo que ha tomado la decisión política por esta lucha. La suma del conjunto de los trabajadores y su unificación con los reclamos generales, como el reconocimiento del sindicato AGTSyP que defiende los intereses colectivos, quizá sean la clave del triunfo. Está en juego el fortalecimiento de la organización de los trabajadores contra la flexibilidad laboral y la precarización, así como también contra los intereses de una patronal que vive de la teta del Estado, las misma que liberó a 120 trabajadores para patotear a los tercerizados del Roca y que, en el subte, los libera para agrupar a la patota de la UTA.
Matías Cisneros
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