La muerte por electrocución de un compañero del taller Congreso de Tucumán del subte no es un accidente más. Es la consecuencia de las condiciones de inseguridad laboral que vienen denunciando los trabajadores desde hace años. Hace poco más de 1 año otro compañero, Alfonso, halló similar muerte en el taller Constitución.
Mientras el Gobierno nacional y el de la Ciudad se tiran el subte de un lado a otro, las condiciones de seguridad para trabajadores y pasajeros siguen empeorando al ritmo de las inversiones que no se hacen y de la fuga de millones por recaudación y subsidios con destino desconocido. La gerenciadora Metrovías es una intermediaria parasitaria, que se lleva millones que podrían invertirse en renovación de material y condiciones de seguridad general. Aumentó el pasaje y no se sabe dónde va el dinero. Ninguno de los dos gobiernos ha cuestionado la continuidad de Metrovías, el Cirigliano del subte. No es un accidente, es un crimen anunciado y no difiere en su esencia de la reciente masacre del Sarmiento. Mientras tanto, en la Secretaría de Transporte sigue el mismo elenco que hizo la vista gorda ante esta situación catastrófica.
Juicio y castigo a los responsables. Fuera las gerenciadoras parásitas y mafiosas. Que se anule el aumento del pasaje del subte. Que se abran e investiguen los libros de Metrovías Comisión electa por los trabajadores para investigación y control del destino de los fondos. Que se atiendan los reclamos elevados por los delegados de talleres del subte en materia de seguridad laboral y condiciones de mantenimiento.
Por ATM:
Cristian Paletti 15-6207-9415
David Carballo 15-4029-7187
Charly Pérez 15-6482-6648
Matías Cisneros 15-5579-2670
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