Fuera el pacto Macri – K en el subte
El aumento abusivo del boleto del subte
propuesto por Macri (40%) que viene a sumarse al del 127% de enero previo,
forma parte de un plan mas general de ajuste y tarifazos, pactado entre el
gobierno K y el del Pro. CFK traspasó el subte a Macri con el manifiesto
propósito de que el ingeniero se haga cargo del ajuste y este lo aceptó a
condición de que se le otorgaran poderes especiales para hacer y deshacer a su
antojo y con el objetivo de contar con una fuente de negocios, de endeudamiento
y una caja negra de libre disponibilidad para el ejecutivo porteño. La
coincidencia entre el kirchnerismo y el macrismo se puso de manifiesto con el
apoyo K al proyecto Macri y la aprobación por ambos bloques del paquete de
leyes que habilitan negociados inmobiliarios multimillonarios privatizando
tierras fiscales.
No solo se aumenta el pasaje, sino que se
aumenta los peajes y los sellos de los contratos para recaudar. Se autoriza un
endeudamiento de la ciudad (de los contribuyentes) por 300 millones de dólares
y no solo eso, sino que se pusieron a disposición de Sbase (Macri) todos los
suculentos negocios colaterales del subte como alquileres, publicidad, fibra
óptica etc. etc. La campaña kirchnerista para que “Macri se haga cargo” del subte, empujada por
la crisis fiscal nacional y el agotamiento de los subsidios, solo condujo al
perjuicio de usuarios y trabajadores y a la entrega de un área estratégica a un
gobierno derechista.
El aumento del pasaje no es el producto de
ninguna investigación real de los costos genuinos que manejó Metrovías y mucho
menos de la investigación del destino de los millonarios subsidios por parte de
los Roggio. Por lo tanto es un
arbitrariedad que persigue el único fin de que la caja negra del subte – extra
presupuestaria, como la de Ausa o la del
Banco ´Ciudad – no sea afectada por los gastos corrientes. Descargan el déficit
operativo del subte sobre el bolsillo de los pasajeros y de los contribuyentes
(de la Capital y del conurbano que usa el subte y las autopistas). Pero no
termina allí el ajuste, el macrismo ha adelantado que establecerá una reforma
laboral con flexibilización y superexplotación de la mano de obra. Ya firmó una
carta de intención con la UTA y Metrovías donde se “aprieta” en materia de
horarios, descansos y ritmos de trabajo. Y las partes se comprometen a cubrir
las nuevas estaciones y recorridos con el personal existente, lo que implica,
inevitablemente, flexibilización y polifuncionalidad. El mantenimiento
descuidado durante años por el menemismo primero y el kirchnerismo desde hace
10 años, fue el producto de dejar en manos de los gerenciadores (Roggio) el
destino sin control de los fondos e inversiones. Con la nueva ley del traspaso
la gerenciadora sigue como si tal cosa y sus negociados – que incluyen parte
del manteamiento tercerizado a empresas de Roggio – siguen en pie. No solo eso,
el gobierno K los premia con la concesión del Sarmiento. Ahora el macrismo
sobreactúa el trama del mantenimiento y mejoras del tráfico con un cierre
arbitrario de la línea A, que se reanudaría con menos frecuencia y capacidad de
trasporte. Declara que revisará el mantenimiento, pero no con más personal,
nuevas inversiones y mejores herramientas, sino con el sobre trabajo del
personal existente y con una infraestructura de décadas de antigüedad. La
patronal agrandada con el traspaso, viene de sancionar a compañeros de la
AGTSyP del taller más grande del subte por realizar una asamblea donde se
evaluaba las condiciones de trabajo y los requisitos mínimos de mantenimiento.
¡Mal comienzo para mejorar la seguridad! Con una serie de amenazas a delegados
y activistas el macrismo debutó apoyando a la burocracia de la Uta y
desconociendo a la AGTSyP (acta Uta, gobierno, Metrovías). Otra perlita de la
ley que votaron macristas y kirchneristas: los aumentos salariales quedan
enganchados al precio del pasaje (titulo
VI; art 31) conformando un mecanismo de chantaje perpetuo para la reducción
salarial. Coincidentemente el ministerio Tomada se abrió totalmente de
cualquier intervención que resguarde los intereses de los trabajadores.
Por todo lo señalado planteamos el rechazo
del aumento del boleto de subte como parte de un programa más general contra el
tarifazo y el ajuste; contra el impuestazo; por la investigación independiente
con control de los trabajadores de las cuentas y destino de los fondos de
Metrovías (y no por las propias consultoras de la nueva patronal macrista),
como condición para cualquier evaluación del precio del pasaje. Por la defensa
de las condicione de trabajo de los obreros del subte y sus conquistas; contra
la flexibilización laboral, los traslados y el aumento de ritmos de trabajo.
Por el derecho a veto por parte de los trabajadores, de la circulación de las
formaciones defectuosas y de las tareas que no cumplan con requisitos de
seguridad. La desatención negligente de las mismas por la patronal se cobró dos
vidas de trabajadores en el término de menos de un año. Por la libertad de organización
y paritarias sin condicionamientos y el reconocimiento y personería gremial
para la AGTSyP, la organización gremial del subte reconocida por los
trabajadores.
La audiencia pública no es vinculante, los
gobiernos hacen que escuchan y ejecutan lo que se les canta. Llamamos a todos
los sectores interesados en frenar realmente esta política privatista y anti
popular a organizar una vasta movilización de trabajadores y usuarios en
defensa del subte y contra el tarifazo.
PARTIDO
OBRERO
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