jueves, 31 de octubre de 2013

Hace falta una lucha en serio de toda la AGTSyP



Un reciente plenario de delegados del subte trató como tema central la ofensiva macrista y cómo enfrentarla. Macri “se hizo cargo del subte”, que le entregó Cristina, con la decisión de derrotar a la organización de lucha de sus trabajadores. Este objetivo apunta más lejos que al subte mismo, y tiene sus antecedentes en los golpes macristas a los docentes y los estatales de la Ciudad. Un quiebre de los luchadores del subte tendría como consecuencia un debilitamiento de la resistencia de la clase obrera a los proyectos privatistas del gobierno del PRO y una promoción del ingeniero como candidato garante del gran capital. Es con esa perspectiva que el gobierno puso en marcha un plan de guerra contra los trabajadores subterráneos. La arremetida contra conquistas obreras, por medio de cambios de turnos, tercerización de tareas, acortamiento de descansos y aumentos de la jornada e intensidad del trabajo, se acompaña de ataques directos a la organización gremial y al cuerpo de delegados. Entre ellos, una campaña perversa responsabilizando a los trabajadores de las falencias del servicio, causadas por falta de mantenimiento y ausencia de inversiones. Esto, con la finalidad de volcar a los pasajeros contra el personal, sin excluir la violencia física contra conductores, guardas y boleteros. Agentes pagos soliviantan a los usuarios o reparten volantes insultantes contra delegados y directivos de la AGTSyP. Una supuesta “encuesta” al pasajero, promueve, en estos días, el repudio público a los “metrodelegados” y busca el apoyo de los usuarios a sanciones del gobierno ante medidas gremiales, incluyendo despidos.

Despidos

Es más que una amenaza porque han comenzado a producirse despidos, como en el caso de un par de ingresantes que se afiliaron a la AGTSyP, colocando en la agenda el recurso al despido-castigo, un tema erradicado del subte desde hace quince años.

En el plenario, la conducción del sindicato y un sector de los delegados, expuso la teoría de que en el subte ya no se pueden hacer paros por el grado de enfrentamiento con los pasajeros y los ataques de los medios. A partir de allí, la orientación de limitar la reacción obrera a volanteos, apertura de molinetes y apoyo de otros sectores, como estudiantes y organizaciones sociales. Incluso algunas intervenciones intentaron demostrar la imposibilidad de defender a estos despedidos, porque estaban en período de prueba y por lo tanto eran despidos “legales”; algo totalmente extraño a la tradición del subte. Estamos, entonces, ante todo un planteo distraccionista, que pretende sustituir la herramienta obrera histórica de la acción directa por medidas marquetineras y “multisectoriales”. Por supuesto cualquier medida de agitación puede servir para calentar motores como previa a un plan de lucha que debe contemplar, siempre, el desenlace de la huelga. Pero por si solas -y en contra de la huelga- son un desvío inconducente, como lo demostró la apertura de molinetes con multisectorial, en oportunidad del primer aumento macrista del pasaje, que terminó en puro humo. Esta misma conducta fue la que adoptó la dirección kirchnerista del sindicato frente a la crisis en la Línea B, encargándose de dejar aislada la lucha que libraban sus trabajadores frente a la ofensiva macrista. Otro tanto ocurrió con otros conflictos como los del Taller San José, la Línea H o de los boleteros. Por eso es criminal que algún par de delegados que se reivindican clasistas y de izquierda, hayan hecho suya la posición de la directiva contraria a la huelga, cuando lo que corresponde es denunciar la agachada de ésta frente al macrismo y reclamar un plan de lucha de todo el sindicato.

La Agrupación Trabajadores de Metrovías ha propuesto una gran campaña pública de denuncia de la ofensiva macrista, incluyendo una marcha al Ministerio de Trabajo y a la Gobernación porteña, para preparar un plan de acción huelguístico. Y que el reclamo central sea la apertura de una paritaria de Metrovías y Subterráneos de Buenos Aires con la AGTSyP para resolver reclamos urgentes en materia de reincorporación de los despedidos, mantenimiento, incorporación del personal necesario por bolsa de trabajo, respeto de turnos y condiciones de trabajo.

Extraído de Prensa Obrera Nº1290 
Jueves 17 de Octubre 
Sergio Villamil

LEY DE MEDIOS

Comunicado del Partido Obrero


Publicado el 31 de Octubre del 2013

La declaración de constitucionalidad de la ley de medios, por parte de la Corte de Suprema, se distingue solamente por su demora, ya que un fallo en sentido contrario habría implicado la posibilidad de un conflicto de poderes y de un golpe de Estado judicial. El llamado ‘control de constitucionalidad’ de las decisiones parlamentarias, por parte de una institución no electa y para colmo vitalicia, constituye una aberración en un régimen político que se presume democrático. El rol que la Constitución Nacional reserva al Poder Judicial y a la Corte en la determinación de las leyes, constituye un agravio a la soberanía del pueblo. La vigencia de un régimen realmente democrático implicaría que la sanción de las leyes y el con! trol de su constitucionalidad estén a cargo de un parlamento y de una Justicia electos y revocables. La propuesta del doctor Zaffaroni - una Corte Constitucional especial, no electa ni revocable, convertiría, todavía más, a la representación del pueblo en una hoja de parra.

El fallo de la Corte, por otra parte, no pone un punto final al litigio con el grupo Clarín y mucho menos consagra la libertad de expresión. Ya se anuncian recursos judiciales con la finalidad de bloquear la aplicación de oficio de la ley, a cargo de Afcsa. Nada menos que Zaffaroni, de nuevo, se ha apresurado a declarar que los tiempos y modalidades de la desinversión del grupo Clarín, es materia judiciable e incluso podría requerir un período de dos años. Viniendo de un hombre del oficialismo, no es poca cosa.

Esta judicialización continua de la ley de medios viene acompañada de una acentuación de las intrigas y conspiraciones que han caracterizado a todo este proceso. El accionista minoritario de Clarín - el fondo, Fintech Advisory -, con una fuerte posición en la deuda de Argentina y asociado a las negociaciones, avaladas por el gobierno, con los fondos buitres por la deuda en litigio, forma parte de estas intrigas. Martín Sabatella, el titular del Afcsa, anunció hace un tiempo que Fintech podría convertirse en un licenciatario de medios de comunicación, a pesar de que lo prohíbe la ley, en virtud del tratado de reciprocidad de inversiones con Estados Unidos. El mismo pretexto podría habilitar el ingreso al sistema de ‘triple play’ (televisión-telefonía- internet) a las telefónicas internacionales, algo prohibido por la ley de medios. La Presidenta apoyó este ingreso en ocasión de la sanción de la ley.

El fallo de la Corte no resuelve las pendencias establecidas ni zanja la desmonopolización o desconcentración de los medios. En lo que hace al monopolio que ejerce el Estado, por distintos medios, desde la manipulación de la publicidad oficial hasta los favores a capitales amigos, la Corte se limita a hacer “recomendaciones” que no tienen alcance legal, pero que servirán como argumento o pretexto para alimentar nuevas pendencias. Este panorama desmiente que se haya avanzado en el desarrollo de la libertad de expresión – ocurre más bien lo contrario. El fallo ofrece como alternativa a los perjuicios económicos que ocasionaría la desinversión al grupo Clarín, el recurso a los despidos y rebajas de salarios, así como a aumentos de tarifas. Esta conducta no sorprende: la semana anterior a este fallo, la Corte declaró inconstitucional la cesión a los trabajadores de las empresas recuperadas (caso Impa). Alegó en este caso la ausencia de “utilidad pública” en los casos de expropiación de empresas vaciadas por sus dueños. Clarín y compañía podrían usar el mismo argumento para frenar las expropiaciones en su perjuicio que proyecta Afcsa.

El fallo de la Corte adolece de una contradicción insoluble cuando intenta conciliar el derecho de propiedad y la libertad de expresión. Declara a ésta superior al primero, para establecer enseguida que esa libertad no puede ser un pretexto para afectar a los patrimonios involucrados. Es claro, de todos modos, que el derecho de propiedad reserva la capacidad de expresión a través de los medios, a un grupo social reducido de intereses económicos. Solamente la socialización de la gestión de los medios, a cargo de las organizaciones populares de la sociedad (con respeto por la diversidad ideológica de las fuerzas que actúan en el seno de ellas) podría superar lo que es una contradicción en términos.

El fallo de la Corte se produce cuando el gobierno kirchnerista ha perdido gran parte de su capacidad política y cuando un sector considerable de la burguesía le ha puesto, provisionalmente, fecha de vencimiento. La cuestión de la desinversión de Clarín se suma a los litigios con Repsol, los sucesores de Marsans y los fondos buitres, en momentos en que el gobierno busca complacer a las privatizadas (en el Ciadi), al Banco Mundial, a Chevron y a los mismos fondos buitres. La Corte se pronuncia cuando el sujeto que debe aplicarla esta mortalmente herido, políticamente. La crisis por la cuestión de los medios no ha salido de la agenda política sino todo lo contrario; el gobierno mismo es uno de los principales abusadores del monopolio mediático. La crisis en este campo se su! ma a todos los factores de crisis que integran la transición política en desarrollo.

Llamamos al movimiento obrero y a las organizaciones populares a defender a los trabajadores de prensa que ven amenazadas sus fuentes de trabajo por esta crisis y a oponer a la confrontación entre los intereses capitalistas en presencia, un proyecto de libertad de expresión del movimiento obrero. Las comisiones internas, los cuerpos de delegados y las asambleas de empresa deben tener el derecho a controlar el ejercicio de la comunicación mediática, denunciar su parcialidad social y política, reclamar el espacio de expresión para el movimiento obrero y para todas las manifestaciones del pensamiento y la opinión de los sectores populares despojados de medios y capacidad propia de expresión y de derecho a la palabra.

Jorge Altamira, Néstor Pitrola
30 de octubre de 2013


miércoles, 9 de octubre de 2013

¡Vamos con el Frente de Izquierda al Congreso y a la Legislatura!


A LOS TRABAJADORES DEL SUBTE

Faltan poco menos de tres semanas para las elecciones a senadores, diputados y legisladores en CABA y en la provincia de Buenos Aires. Los comicios transcurren, como no se le escapa nadie, en un fuerte cuadro de crisis política, ahora agudizado por la salud presidencial.

La derrota del kirchnerismo en las PASO de agosto –con un derrumbe de 4 millones de votos- abrió un nuevo escenario en el cual el gobierno nacional ha decidido tomar la agenda que reclamaba la clase empresaria: devaluación, ajuste y mano dura. Así lo confirman la depreciación sistemática del peso oficial, el presupuesto 2014 diseñado para el pago de la deuda externa -mientras recorta en salud y educación- y el nombramiento de Granados, Milani y la militarización del conurbano bonaerense con la Gendarmería.

La oposición tradicional no discrepa de esta orientación para resolver la crisis del país, es decir, a partir de un fuerte ajuste sobre la población trabajadora. Por eso han votado juntos en el Congreso la reapertura del Canje para favorecer a los fondos buitres, como antes votaron la reforma reaccionaria de las ART o la Ley Antiterrorista. Los Macri, los Massa y los De Narvaéz, defienden a rajatabla la devaluación y el pago de la deuda externa. La centroizquierda, encarnada por el UNEN, se encuentra copada por agentes del capital financiero como Prat Gay y Lousteau.

El ascenso de la izquierda

El dato novedoso en este cuadro ha sido el ascenso que la izquierda ha venido registrando a lo largo del año. En las PASO, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores obtuvo casi un millón de votos a nivel nacional y más de 80 mil en la Ciudad de Buenos Aires. Esta votación ha sido ratificada en elecciones gremiales como FOETRA, SADEM y CTERA o en las recientes elecciones de la UBA, donde la izquierda que encabeza el FIT obtuvo 8 de los 13 centros de estudiantes.

En Salta, donde recientemente se realizaron las PASO provinciales, la izquierda nucleada en las listas del Partido Obrero realizó una elección histórica, siendo la lista más votada en la capital y realizando una gran elección en otros municipios. El PJ solo pudo superar al PO con la suma de 11 listas colectores y, aún así, en la lista de concejales solo logró una ventaja de cinco mil votos. Lo sucedido en Salta también se encamina a replicarse en provincias como Mendoza o Jujuy.

Es la expresión de un ascenso más general de la izquierda que desmiente el "relato" de que la crisis del kirchnerismo sólo puede desembocar en un reforzamiento de la derecha. Por el contrario, se parte de la comprensión que, frente a los desafíos que vienen, resulta más necesario que nunca contar con una representación de izquierda en el Congreso y en los parlamentos provinciales.

El gremio y las elecciones

Los propios trabajadores del subte vivimos épocas decisivas: Cristina le pasó el subte a Macri para que él aplique el ajuste y el tarifazo. Macri lo aceptó a condición de tener piedra libre para  reducir personal, apretar los ritmos de trabajo y modificar horarios y turnos, amenazando incluso la jornada de 6 horas. Para ello, la emprendió contra la organización sindical que históricamente luchó y conquistó las mayores reivindicaciones. Para quebrar a la AGTSyP apela a métodos agresivos, incita a los pasajeros a la violencia física contra los trabajadores por falencias que son de su exclusiva responsabilidad, Realiza una campaña pública contra los “metrodelegados”, con encuestas, volantes y comunicados. Si no hubo una respuesta a semejante guerra antisindical, es porque la conducción del sindicato, está políticamente subordinada al kirchnerismo y al pacto que este mantiene con Macri, en todo tipo de negociados en la Ciudad. Ahora marchan juntos a la aprobación de un nuevo paquete de leyes privatistas en la Legislatura.  Los trabajadores que luchamos contra esta ofensiva, como se hizo en la línea B y reclamamos un verdadero plan de lucha contra las agresiones macristas y por la defensa de nuestras conquistas, tenemos un punto de apoyo indiscutible en las listas del Frente de Izquierda que están conformadas por luchadores del movimiento obrero, de la juventud  y de las barriadas. Muchos compañeros brindaron su apoyo al FIT durante las PASO de agosto. Ahora, tenemos una oportunidad histórica de que la izquierda pueda entrar al Congreso y a las legislaturas, para formar un bloque que defienda a los trabajadores frente al ajuste que se nos intenta imponer.

¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
Más que nunca, ¡vamos con el Frente de Izquierda al Congreso y a la Legislatura!