jueves, 6 de septiembre de 2007

Roggio es Taselli

LA INSEGURIDAD EN EL SUBTE Y LA VERDAD SOBRE “LAS DEMORAS”

Los trabajadores del Subte están librando una nueva batalla defendiendo su propia seguridad y la de los usuarios. Es importante que sean escuchados antes de que sea demasiado tarde. Ya hemos vivido centenares denuncias de trabajadores por la situación de las empresas aéreas y tenemos el terrible resultado de Lapa. Lo mismo ocurre con las decenas de denuncias de trabajadores por la crítica situación de los radares, aunque por "milagro", no se ha tenido que lamentar una nueva catástrofe.

Los trabajadores del Subte han sido uno de los sectores más conscientes de las luchas de la clase obrera en el último período. Lo demuestran la obtención de sus sueldos iguales al costo de la canasta familiar, su lucha por la efectivización de los contratados, su histórica lucha por la jornada de seis horas y por el 82% móvil para su jubilación. Por todo esto se merecen el respeto de todos los sectores combativos de los gremios y el odio concentrado de la patronal de Roggio y la burocracia de la UTA.

La patronal de Roggio, al igual que Taselli, recibe multimillonarios subsidios del Estado pero no invierte en el mantenimiento de la reparación de las formaciones, en las reparaciones de vías, en la compra de repuestos y en la capacitación del personal.

La concesión del Subte es una verdadera mina de oro, a la que le subsidian 314 millones de dólares anuales (casi un millón de dólares diarios). A esto hay que agregarle el ingreso por la venta de más de un millón de boletos diarios, los suculentos ingresos por publicidad, licitaciones internas, etc. La concesionaria no arriesga nada; el material rodante, la renovación de vías y las extensiones de líneas los cubre el Estado. Sin embargo, la empresa se niega a poner los trenes en condiciones.

La patronal acusa a los trabajadores del Subte de irresponsables y de sabotaje a la empresa cuando en realidad actúa ella con una enorme irresponsabilidad y con la impunidad que le brinda el gobierno, que aún mantiene vigente el Decreto de Emergencia Ferroviaria que puso en vigencia Duhalde para que las empresas se desentendieran del cumplimiento de sus obligaciones en cuanto a la seguridad de las formaciones.

La dirección de la UTA se ha sumado a la campaña de la empresa y pretende con cualquier pretexto expulsar del gremio a reconocidos luchadores del Subte. Para la burocracia de la UTA la única "inseguridad" que hay en el Subte es el repudio de la inmensa mayoría de los trabajadores, que en más de un 80% apoyaron al actual Cuerpo de Delegados de Metrovías. La UTA, de la mano del Ministerio de Trabajo, avalan que sea la CNRT la que determine si puede salir un tren de los talleres, y no los compañeros que hace 20 años que los reparan.

Los trabajadores del Subte están preparando una gran campaña para denunciar esta situación y colocar a Roggio en el lugar que le corresponde. Las privatizadas son vulgares ladrones amparados por el Estado. Cuando este periódico esté en la calle un importante acto, rodeado por decenas de organizaciones sindicales, políticas, sociales y de derechos humanos, apoyará una lucha enteramente justa. Defendamos al Cuerpo de Delegados del Subte contra la patronal ladrona de Roggio y la patota antiobrera de la UTA.

Juan Ferro

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