La inminencia del vencimiento de los acuerdos salariales y la apertura de una nueva paritaria, ha introducido un importante debate en el Cuerpo de Delegados del Subte. Esto sumado a unas acciones provocadoras de la burocracia de la UTA, para ubicarse en la puja paritaria, está produciendo una gran deliberación entre los compañeros.
En el último plenario del cuerpo de delegados del Subte, el 18 de febrero, un sector de delegados presentó una propuesta por escrito reclamando un 35% de aumento y proponiendo intimar a la patronal a iniciar negociaciones sobre esta base mediante paritarios electos por la base del nuevo sindicato
La importancia de la posición reside en colocar al sindicato del Subte en la iniciativa de la lucha salarial, saliendo al paso de la política de Tomada, de la UTA y Benito Roggio, en el sentido de que el salario se discute con la burocracia, a espaldas de los trabajadores y de la organización que los representa genuinamente.
Como antecedente inmediato estuvo el plus de 900 a 1.200 pesos que entregó Metrovías, como un retroactivo pendiente de convenios firmados con la UTA (abril y septiembre/09). Por su lado el capanga Fernández de UTA ya declaró que a principios de marzo comienza a discutir el convenio para Metrovías.
Ya viene ocurriendo que la verdadera representación del subte no discute salarios, ahora en medio de una inflación creciente que domina la preocupación de todo el movimiento obrero. Por otra parte, es un retroceso con referencia a tiempos pasados cuando desde el Cuerpo de Delegados de base se luchó por el salario.
Así las cosas, la paz social de Tomada que iba a ser “intragremial” es súper “interobrero-patronal” porque no se le pueden hacer a la patronal (y al gobierno que la subsidia), los reclamos vitales de los trabajadores. Por otro lado el primero en romper esa paz social es el frente gobierno-patronal que no otorga la más mínima reivindicación en el marco de la mesa de la Secretaría de Transporte, alrededor de ningún tema, no ya de salarios.
La que también ha salido a romper este “equilibrio” es la propia burocracia de la UTA, lanzando un par de medidas de fuerza provocadoras. En la líneas H y C paró el tráfico por varias horas mediante el accionar de un par de patoteros, con el pretexto de exigir categorías y otros reclamos, absolutamente a espaldas de la masa de trabajadores que reaccionó con indignación. La empresa tuvo una actitud contemplativa ante el paro por lo que, en resumen, la UTA no sólo discute salario y convenio, sino que reclama por reivindicaciones inmediatas y hasta para por ellas, mientras la verdadera organización obrera está maniatada por la tutela de Tomada. En otras líneas los trabajadores se preparan para bloquear a la patota con medidas de acción directa. Algo debe cambiar y este debate está ya instalado en el Cuerpo de Delegados y entre los trabajadores.
Conclusión: un clima de bronca recorre el Subte. La Agrupación Trabajadores de Metrovías está difundiendo una declaración que llama a tomar el planteo salarial mencionado, recabando mandato de las asambleas de línea, con vistas al nuevo plenario de delegados del próximo 2 de marzo, de manera de tomar todos los reclamos y disputar contra la patota de la UTA en todos los campos.
La importancia de la posición reside en colocar al sindicato del Subte en la iniciativa de la lucha salarial, saliendo al paso de la política de Tomada, de la UTA y Benito Roggio, en el sentido de que el salario se discute con la burocracia, a espaldas de los trabajadores y de la organización que los representa genuinamente.
Como antecedente inmediato estuvo el plus de 900 a 1.200 pesos que entregó Metrovías, como un retroactivo pendiente de convenios firmados con la UTA (abril y septiembre/09). Por su lado el capanga Fernández de UTA ya declaró que a principios de marzo comienza a discutir el convenio para Metrovías.
Ya viene ocurriendo que la verdadera representación del subte no discute salarios, ahora en medio de una inflación creciente que domina la preocupación de todo el movimiento obrero. Por otra parte, es un retroceso con referencia a tiempos pasados cuando desde el Cuerpo de Delegados de base se luchó por el salario.
Así las cosas, la paz social de Tomada que iba a ser “intragremial” es súper “interobrero-patronal” porque no se le pueden hacer a la patronal (y al gobierno que la subsidia), los reclamos vitales de los trabajadores. Por otro lado el primero en romper esa paz social es el frente gobierno-patronal que no otorga la más mínima reivindicación en el marco de la mesa de la Secretaría de Transporte, alrededor de ningún tema, no ya de salarios.
La que también ha salido a romper este “equilibrio” es la propia burocracia de la UTA, lanzando un par de medidas de fuerza provocadoras. En la líneas H y C paró el tráfico por varias horas mediante el accionar de un par de patoteros, con el pretexto de exigir categorías y otros reclamos, absolutamente a espaldas de la masa de trabajadores que reaccionó con indignación. La empresa tuvo una actitud contemplativa ante el paro por lo que, en resumen, la UTA no sólo discute salario y convenio, sino que reclama por reivindicaciones inmediatas y hasta para por ellas, mientras la verdadera organización obrera está maniatada por la tutela de Tomada. En otras líneas los trabajadores se preparan para bloquear a la patota con medidas de acción directa. Algo debe cambiar y este debate está ya instalado en el Cuerpo de Delegados y entre los trabajadores.
Conclusión: un clima de bronca recorre el Subte. La Agrupación Trabajadores de Metrovías está difundiendo una declaración que llama a tomar el planteo salarial mencionado, recabando mandato de las asambleas de línea, con vistas al nuevo plenario de delegados del próximo 2 de marzo, de manera de tomar todos los reclamos y disputar contra la patota de la UTA en todos los campos.
S.V.
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