Con el avance patronal hacia la tercerización del mantenimiento y la introducción de máquinas de tarjeta Sube, queda claro que hay una ofensiva en regla de la gestión macrista en materia de ajuste, racionalización de personal y vulneración de conquistas fundamentales de los trabajadores. El objetivo que persigue nada tiene que ver con lo que proclama, en el sentido de la mejora del servicio y la eficacia del sistema de transporte. Los trabajadores sabemos quién es Roggio – Metrovías, a quien se renovó el contrato de “gerenciamiento”. Y sabemos quiénes son las empresas a las que se les ofrece el mantenimiento. Conforman la mafia de grupos contratistas, que, desde la era menemista, vienen robando los subsidios estatales y protagonizando el derrumbe del transporte y la energía del país, incluida la responsabilidad en masacres como las del FFCC Sarmiento o la mina de Río Turbio. Con esta runfla no hay mejoras posibles.
El verdadero objetivo de la gestión Pro, es armar un negociado con la tercerización de trabajos, sobre la base de sobreprecios y evasión impositiva para empresas amigas. No olvidar que le sacaron a Roggio la explotación de alquileres y publicidad a cambio del negocio del mantenimiento. También se persigue reducir costos para aumentar los beneficios que arrojará el mercado de títulos emitidos por su gobierno y el fondo fiduciario del subte, gran caja negra del Pro. De allí el congelamiento de vacantes, la redistribución de personal y la incorporación de empresas terceras que pagan la mitad por jornadas dobles.
El costo se pretende descargar sobre los trabajadores en términos de techo salarial, flexibilización laboral, prolongación de la jornada y convenios a la baja. Hasta ahora no se ve una actitud y una política de la AGTSyP acorde con esta ofensiva. La conducción, que no ha hecho siquiera mención a las consecuencias de su mega campaña “Macri hacete cargo”, no da señales de registrar la gravedad de los planes patronales. Adopta la modalidad de “administrar el conflicto” y cambiar figuritas. Si sacan trenes que no sean todos; si bajan máquinas que sean pocas. Hasta ahora, fueron las bases de Rancagua y Constitución, las que con medias de acción directa, vienen frenando los golpes.
Desde ATM opinamos que, sin desmedro de reclamar a Sbase – Metrovías, los trabajadores queremos saber de qué se trata, tenemos que encender los motores de la AGTSyP y prepararnos para rechazar esta ofensiva que amenaza conquistas históricas del subte. El taller Rancagua votó que una conferencia de prensa sea el inicio de una campaña pública contra el ataque en marcha. Que se abra el debate con la base. Con asambleas de líneas y una asamblea general para fijar la agenda de movilización de la AGTSyP.
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