jueves, 8 de agosto de 2013

Las provocaciones macristas y el “cuerpo muerto” de los K


La inauguración de dos estaciones nuevas en la Línea B se convirtió en una pulseada entre la administración macrista (que la precipitó a cualquier precio con fines electorales) y el cuerpo de delegados de la B, el cual se vio obligado a salir en defensa de la seguridad de trabajadores y pasajeros. Es que las falencias operativas y de seguridad en el nuevo tramo que han denunciado son elementales. No hay comunicación -por falta de antenas- entre las formaciones y de éstas con el control. Hay filtraciones y defectos en la evacuación de agua en vías y estaciones. Parte del nuevo taller está inundado. Sólo estos datos -en una línea que toma energía de un tercer riel (y no por catenaria aérea)- dan una idea de la gravedad de una eventual detención de un tren incomunicado en un túnel y la evacuación a pie de los pasajeros, sin poder dar aviso para el necesario corte de energía o de tren detenido al resto de las formaciones.

Presionados a muerte por la patronal para inaugurar, los delegados de la B alertaron a la conducción de la AGTSyP, con varias semanas de anticipación, que la empresa los estaba empujando a un conflicto y propusieron que el sindicato lanzara una campaña pública denunciando la situación. A esto se sumó el intento patronal de modificar los turnos históricos de trabajo en los talleres de mantenimiento. También, un cambio de diagramas en otras líneas con nuevas estaciones, como la H y la A. Pero la Comisión Directiva kirchnerista del gremio actuó “con cuerpo muerto” y no hizo nada para adelantarse a los hechos. Una conferencia fue postergada varias veces y no se tomó ninguna medida para poner a todas las líneas en estado de movilización. Librados a su suerte, los trabajadores de la Línea H pararon por su cuenta, el taller San José resistió el cambio de turno y la Línea B quedó aislada ante la presión del gobierno macrista volcado a la inauguración de las nuevas estaciones.

Los delegados se opusieron a manejar los trenes más allá de la estación Los Incas. El gabinete del PRO en pleno atacó a los delegados de la B por todos los medios. Azuzó a los vecinos de Villa Urquiza contra los trabajadores como saboteadores de la extensión. Los acusaron de usar electoralmente la medida, ya que los delegados Dellecarbonara y Charly Pérez son candidatos del Frente de Izquierda. Pero es exactamente al revés: en el acto de inauguración en Villa Urquiza se vio al rabino Bergman, candidato del PRO, rodeado de globos amarillos.

Al cierre de esta nota, los trabajadores de la B mantienen su postura en defensa de la seguridad del servicio. Sostienen que, en un par de semanas, se podrían subsanar las falencias. Los supervisores conducen los trenes en el tramo nuevo. Si el macrismo sigue echando leña al fuego, se va a crear una situación de paro. Es hora de que la conducción de la AGTSyP modifique su actitud pasiva y organice la resistencia general a la provocación patronal-macrista.

Sergio Villamil
extraido de Prensa Obrera N°1279

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