El paro nacional fue un éxito. Pararon los gremios de las centrales convocantes y muchos de las que no adhirieron. Como los docentes de la provincia de Bs As; la planta de FATE; varias mecánicas de SMATA y de la UOM; todo Bancarios; Parque industrial de Pilar; Cordón industrial de Santa Fe; Petroleros de Santa Cruz y muchos más en todo el país. La UTA carnereó pero los micros fueron vacíos. Una gran mayoría de la clase trabajadora repudió las medidas de ajuste del gobierno nacional; la caída del salario; el impuesto a los sueldos; las suspensiones y despidos crecientes.
En el subte trabajó un 20% promediando líneas y sectores y el servicio fue parcial, con mínimo de formaciones y horario reducido, por el gran ausentismo. Esta vez no pueden argumentar que no había colectivos, ni que hubo lock - out patronal como dijeron el paro del 10A. Metrovías y la UTA jugaron a fondo a romper el paro. Pero, lamentablemente, también lo hizo la conducción de la AGTSyP en su afán ciego de defender a como venga al gobierno kirchnerista. Y de paso al de Macri, que repudió el paro y es el responsable directo de la persecución y negreo de los trabajadores del subte. El comunicado que emitió la C. Directiva contra el paro se zarpó: defendió el impuesto al salario, que junto con otros impuestos al consumo constituyen la mayor parte de la recaudación, para pagar la deuda externa y subsidios a los privatizadores como Roggios y Ciriglianos. Un nefasto comunicado que acusó a los huelguistas como agentes de Griesa y los buitres, cuando se sabe que los “pagadores seriales” (dice CFK) de la deuda usuraria son el gobierno y sus aliados.
Compañeros, el paro nacional fortaleció las luchas que viene dando el movimiento obrero contra el ajuste y la desocupación en marcha. Pero no se ha anunciado su continuidad por parte de los Moyano o Barrionuevo. Estos dirigentes sólo se proponen acomodarse en el campo de la oposición patronal, que también coincide con descargar la crisis sobre los trabajadores. Es necesario abrir el debate entre las bases sobre la continuidad del plan de lucha, por paros escalonados de 36, 48, 72, horas, hasta derrotar el ajuste y que la crisis la paguen las patronales. Reapertura de las paritarias; eliminar el impuesto al salario; 82% móvil para jubilados; prohibición de suspensiones y despidos.
Y en el subte, basta de mirar para otro lado. Impulsar un plan de acción de la AGTSyP que termine con las suspensiones, juicios y desafueros de Macri y resuelva las reivindicaciones urgentes: personal suficiente; seguridad para boleteros; mantenimiento, insumos y personal para la seguridad del tráfico; diagramas que respeten los descansos; basta de aumento del pasaje, se hacen negociados con trenes y materiales obsoletos.
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