Cara
En los talleres de material rodante, hastiados del ininterrumpido ingreso de elementos de la UTA, comenzaron medidas de acción con trabajo a reglamento y se anunciaron asambleas por taller y plenario de delegados de la especialidad para decidir la continuidad de las acciones. Reclaman terminar con el control de la bolsa de trabajo por la burocracia de la UTA, además de un conjunto de reivindicaciones propias en materia de condiciones de trabajo, seguridad, ascensos y categorizaciones que terminen con la sistemática flexibilización laboral. Un ejemplo: por la falta de maniobristas -conductores altamente especializados en el movimiento de trenes en talleres y playas- se obliga a los mecánicos a realizar esa tarea. En simultáneo, los boleteros retomaron medidas contra la imposición arbitraria de la recarga de la tarjeta Sube y sus consecuencias en la salud de los trabajadores.
Ceca
En un reciente plenario de delegados, la fracción yaskista que conduce el sindicato planteó por boca de su secretario general, Pianelli, que no ven ningún tarifazo en ciernes y que el aumento fraccionado de pasaje es justo. Que en el tema del traspaso del subte a la Ciudad de Buenos Aires no hay que meterse y, mucho menos, con planteos de estatización que pueden ser aprovechados por Macri para desplazar a Roggio (?). Se oponen a difundir los reclamos de doble aguinaldo que elevaron algunos sectores y dicen que hay que concentrarse en la gestión del reconocimiento legal del sindicato, con vistas a 2012. Como frutilla del postre y ante la moción de delegados de ATM (Agrupación de Trabajadores de Metrovías) de aprobar un repudio al ataque del gobierno a los trabajadores aeronáuticos -y, por segunda vez, a los del subte sobre la tendinitis-, Pianelli se plegó a la ofensiva kirchnerista, acusando a los gremios de los técnicos y controladores de Aerolíneas de realizar paros encubiertos.
El contraste entre estas dos caras -las posiciones conservadoras de la directiva y el estado de ánimo de los mecánicos y boleteros- pinta un cuadro inestable en el subte. Es que lo que está en cuestión es la piedra angular del ‘pacto social' entre yaskistas y gobierno, lo cual tapona toda iniciativa y le da margen a la UTA. Ante las declaraciones de Cristina en el Aeroparque sobre un sindicato único en el subte, la patota de la UTA salió a festejar, diario en mano, por las líneas. El avance de la UTA es proporcional a la parálisis de la dirección de la AGTSyP, la cual está políticamente adaptada al curso derechista del gobierno.
No es cierto que baste esperar el trámite legal para que la AGTSyP pase a ser el sindicato incuestionable del subte. Se trata de una confrontación con un aparato burocrático apoyado por todo el régimen político, lo que requiere una gran iniciativa de los luchadores para movilizar a la masa del subte. La reacción de talleres y boleterías plantea una tendencia de ese tipo. Un bloque de delegados opositores formuló una agenda: doble aguinaldo, rechazo al tarifazo y una campaña por la participación de los trabajadores en la gestión del traspaso, reformulación de la bolsa de trabajo, solución para los boleteros y el tratamiento convencional de la operación de la tarjeta Sube. Hay un camino.
CdM