Urnas en la H |
Las elecciones de delegados de la AGTSyP han constituido un gran hecho político sindical. Ante todo porque votaron 1.800 compañeros, contra los no más de 500 que participan corrientemente de las elecciones de la UTA. Pero, en segundo lugar, por la gran elección que hizo el clasismo en ellas.
De manera no deseada, la elección fue por listas en cada sector, lo que sin embargo contribuyó a una delimitación de nóminas que reprodujeron la lucha política de las recientes elecciones entre el sector alineado con Yasky y la lista clasista opositora. El frente Naranja-Bordó-Violeta obtuvo 33 de los 84 delegados electos, casi un 40%. En la elección a directiva, dos meses atrás, la tricolor obtuvo el 34%. El frente se presentó con listas en sectores de cinco líneas.
La campaña de las listas opositoras estuvo centrada en las reivindicaciones más sentidas, mientras que la de la Comisión Directiva se limitó a atacar a la oposición con una campaña sucia, buscando ligar a los luchadores con la burocracia de la UTA. La idea copiada de "6,7,8" de que somos "funcionales" a la UTA fracasó, al punto que varias de las listas opositoras perdieron por escaso margen. La más de notoria, la de tráfico de la Línea C, por 62 a 43 votos, en el corazón del segovismo. O la lista de boleterías de la Línea E, de Pianelli, que perdió por 8 votos.
Un plenario de la Agrupación Trabajadores de Metrovías caracterizó los resultados como una continuidad en la campaña por el rechazo a los acuerdos de "paz social", el tutelaje del ministerio de Tomada y la incorporación trucha a la CTA de Yasky, jamás resuelta por asamblea alguna.
La lucha por las reivindicaciones -como el pase a planta de la tercerizadas, la jubilación a los 55 años por insalubridad con el 82% móvil, las re-categorizaciones y el mejoramiento de las condiciones de seguridad e higiene- encuentra un bloqueo en la actual directiva yaskista. El impulso a esa agenda está fuertemente ligado a exigir que el nuevo cuerpo de delegados se reúna con una periodicidad fija para evitar cualquier intento de meterlo en el freezer. Un mal antecedente en materia de democracia sindical es que no se reconoció hasta ahora a la minoría de la Tricolor, cuestión que votó una asamblea general. El funcionamiento pleno del cuerpo de delegados y el reconocimiento de la minoría serán banderas de la vigorosa fracción que ha sido consagrada por las combativas bases del subte.
El alineamiento político de la dirección de la AGTSyP con el ministro de las escuchas con Pedraza -o, vía las colectoras, con la fórmula que lo incluye- constituye un factor enteramente negativo para el desarrollo de la AGTSyP. El desarrollo de las reivindicaciones obreras y del nuevo sindicato requiere la mayor independencia del gobierno socio de Metrovías.
M.C.
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